Pelegrín Castillo critica relaciones con China y desata malestar en sectores clave del país
Santo Domingo, República Dominicana – Las recientes declaraciones del político dominicano Pelegrín Castillo han desencadenado una controversia en el país, generando incomodidad entre diversos sectores que han encontrado en China un socio estratégico y eficaz.
Castillo, quien ha manifestado la necesidad de revisar y ajustar las relaciones con el gigante asiático, ha incomodado a empresarios farmacéuticos que recordarán cómo, en 2021, recibieron millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 en un momento crítico de escasez global. Este apoyo fue fundamental para el país, permitiendo que la población se inmunizara en un tiempo donde muchas naciones luchaban por acceder a las vacunas.
Además, la inversión china en infraestructura ha sido notable. Constructores y desarrolladores han visto cómo se han erigido zonas francas y parques industriales, propiciando un ambiente favorable para el crecimiento económico. Importadores y comerciantes también se han beneficiado, ampliando sus márgenes gracias a productos accesibles y competitivos provenientes de China.
La clase más vulnerable del país tampoco ha quedado exenta de estos beneficios. La llegada de ambulancias y tecnología moderna para el sistema 9-1-1 ha mejorado la atención médica y la respuesta ante emergencias. Asimismo, jóvenes dominicanos que han tenido la oportunidad de viajar a China para capacitarse han regresado equipados con herramientas valiosas para su desarrollo profesional.
Con un comercio bilateral que supera los 5,000 millones de dólares, es evidente que las relaciones con China han tenido un impacto positivo en numerosos sectores productivos del país. Sin embargo, las palabras de Castillo han sembrado inquietud entre aquellos que temen que una reevaluación brusca de estas relaciones pueda poner en riesgo los logros alcanzados.
La Embajada de China en Santo Domingo ha respondido a las declaraciones de Castillo calificándolas como "infundadas y cargadas de prejuicios ideológicos", instando a dejar atrás una "mentalidad de Guerra Fría". En este contexto, es fundamental que la República Dominicana mantenga una postura diplomática equilibrada, actuando con memoria, prudencia y firmeza.