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Venezuela rechaza las acusaciones de Israel sobre presuntos nexos con Hizbulá, Hamás y los hutíes

El Gobierno de Venezuela rechazó con firmeza las acusaciones emitidas por el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Gideon Saar, quien aseguró que el país caribeño funciona como un “nexo” en Sudamérica para los grupos islamistas HizbuláHamás y los rebeldes hutíes. Las declaraciones, dadas en un evento internacional, desataron un nuevo episodio de tensión diplomática entre ambos Estados.

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El canciller venezolano, Yván Gil, respondió de inmediato calificando los señalamientos como “retóricos, desesperados e infundados”. A través de un comunicado y de mensajes publicados en sus redes sociales, el funcionario acusó a Saar de ser un “criminal de guerra” y afirmó que Israel no posee autoridad moral para emitir este tipo de acusaciones contra Venezuela. Gil aseguró que dichas afirmaciones forman parte de una campaña internacional para desacreditar al gobierno de Nicolás Maduro.

Las acusaciones israelíes formaron parte de un discurso donde Saar advirtió de la presencia de alianzas entre organizaciones del Medio Oriente y redes criminales en América Latina. El ministro afirmó que “los criminales están construyendo alianzas de narcoterrorismo” y sostuvo que “el nexo de esa red es Venezuela”, señalando directamente al gobierno de Maduro como facilitador de operaciones vinculadas a Hizbulá y Hamás en la región.

De acuerdo con Saar, estas organizaciones no actúan de forma aislada, sino que integran una estructura coordinada que se extiende desde Medio Oriente hasta Sudamérica, África y otras regiones del mundo. El funcionario israelí también acusó a Venezuela de contribuir a la desestabilización continental al provocar una “crisis de refugiados” y presuntamente servir como plataforma para actividades ilícitas.

Desde Caracas, la respuesta oficial fue categórica. El gobierno venezolano señaló que Israel debería “ocuparse de responder ante la justicia internacional por las violaciones cometidas contra la población palestina”, y subrayó que las acusaciones buscan desviar la atención de la situación humanitaria en Gaza. Además, el Ejecutivo venezolano reiteró que mantiene una política exterior basada en el respeto a la autodeterminación y que no participa en actividades relacionadas con grupos extremistas.

Este cruce de declaraciones se produce en un contexto mundial marcado por conflictos en Medio Oriente y por un incremento de la vigilancia internacional hacia supuestos vínculos entre Estados y organizaciones consideradas terroristas. Las tensiones entre Israel y Venezuela no son nuevas, pero este episodio reaviva el deterioro diplomático entre ambos países y añade presión en un escenario geopolítico ya complejo.