Feministas en Santiago advierten que combatir la violencia no debe limitarse al 25 de noviembre
Santiago de los Caballeros — Diversas organizaciones feministas y colectivos de mujeres en Santiago hicieron un llamado contundente este martes para que la lucha contra la violencia de género no quede restringida únicamente a las actividades del 25 de noviembre, sino que se convierta en un compromiso sostenido durante todo el año. El pronunciamiento surge en medio de las múltiples jornadas conmemorativas realizadas por instituciones públicas y grupos sociales, pero las activistas señalan que la continuidad y profundidad de las políticas siguen siendo insuficientes.
Durante un encuentro realizado en la ciudad, las voceras destacaron que el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer es una fecha crucial para alzar la voz, pero advirtieron que, una vez culminan los actos oficiales, muchas iniciativas pierden fuerza y quedan sin seguimiento. “La violencia no se detiene el 25 de noviembre. Las mujeres siguen siendo asesinadas, violentadas y acosadas todos los días, y necesitamos respuestas permanentes, no simbólicas”, expresó una representante del movimiento feminista local.
Las activistas insistieron en que la problemática requiere políticas públicas integrales, que incluyan presupuestos adecuados y programas continuos de educación en igualdad, prevención comunitaria, atención psicológica oportuna y apoyo legal gratuito para las víctimas. Asimismo, reclamaron una mayor vigilancia y transparencia en los procesos judiciales, pues aseguran que numerosos casos quedan archivados sin una investigación profunda, lo que genera un clima de impunidad que desalienta a las mujeres a denunciar.
Otro punto señalado por las organizaciones fue la necesidad de fortalecer las casas de acogida, ampliar la red de atención inmediata y garantizar que las órdenes de protección se ejecuten efectivamente. Afirman que muchas mujeres corren riesgo aun después de haber presentado denuncias, debido a la falta de seguimiento policial y de un sistema de acompañamiento riguroso.
En Santiago, el Ministerio de la Mujer ha desarrollado jornadas de prevención y orientación, incluyendo recorridos casa por casa, charlas comunitarias y asistencia legal y psicológica a mujeres en situación de vulnerabilidad. Sin embargo, los colectivos feministas sostienen que estas acciones deben convertirse en programas permanentes, financiados y evaluados de manera sistemática para medir su impacto real.
Las representantes del movimiento recordaron que la República Dominicana continúa figurando entre los países de la región con mayores índices de feminicidios y violencia intrafamiliar, una realidad que, aseguran, no puede abordarse desde intervenciones esporádicas. También subrayaron la importancia de involucrar a escuelas, iglesias, juntas de vecinos y empresas en una estrategia masiva de prevención cultural que confronte el machismo y las prácticas normalizadas de control y abuso.