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El jugador uruguayo Diego García, condenado a 6 años y 8 meses en Argentina por violación

El futbolista uruguayo Diego García fue condenado este lunes a 6 años y 8 meses de prisión por un tribunal de La Plata, Argentina, tras ser hallado culpable del delito de abuso sexual con acceso carnal, en un caso ocurrido en 2019 y que desde entonces ha generado un intenso debate en el mundo del fútbol y en la opinión pública regional.

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Un caso que sacudió al fútbol sudamericano

El episodio por el cual García fue juzgado tuvo lugar en un departamento de la ciudad de La Plata cuando el jugador formaba parte del club Estudiantes. Según la denuncia, la víctima —una joven estudiante universitaria— fue agredida sexualmente en el marco de una reunión a la que habían asistido varios integrantes del plantel.

La denunciante explicó que se encontraba en una situación de vulnerabilidad física y emocional cuando el futbolista la sometió. El relato fue respaldado durante el juicio por pericias psicológicas, informes médicos y la coherencia narrativa demostrada durante todo el proceso, lo que contribuyó de manera determinante al veredicto.

Un proceso judicial complejo y de larga duración

El caso tardó varios años en avanzar debido a múltiples diligencias judiciales, cambios de defensa y la complejidad misma de los hechos investigados. García, quien durante ese período continuó su carrera profesional en distintos clubes del exterior, regresó a la Argentina para cumplir con las audiencias obligatorias y prestar declaración ante los jueces.

Durante el juicio oral, la víctima relató los hechos con detalle, mientras que el futbolista negó su responsabilidad, alegando inconsistencias en la acusación. Sin embargo, el tribunal consideró probados los elementos centrales del caso y dictó una condena que, según expertos legales, se encuentra dentro de las escalas habituales para delitos de abuso sexual en el país.

Ecos sociales y repercusión regional

La sentencia fue recibida con aplausos por organizaciones feministas y colectivos contra la violencia sexual, quienes acompañaron a la víctima durante todo el proceso. Para muchos, el fallo representa un paso importante en la lucha contra la impunidad en casos de agresión sexual cometidos por figuras públicas.

“Es un mensaje contundente para el deporte profesional: el éxito mediático o el talento no pueden ser excusas ni escudos ante delitos tan graves”, señaló una de las voceras presentes fuera del tribunal.

La repercusión también se extendió al ámbito deportivo. Aunque su club actual aún no emitió un comunicado oficial, se espera que en las próximas horas defina su postura institucional, incluyendo la posible suspensión o rescisión del contrato del jugador.

La defensa apelará, pero la condena comienza a ejecutarse

El abogado de García anunció que presentará una apelación ante el Tribunal de Casación, argumentando que hubo irregularidades en la valoración de la prueba. No obstante, la condena empieza a ejecutarse mientras se tramita el recurso, a menos que una instancia superior disponga su suspensión.

Mientras tanto, el futbolista permanecerá bajo custodia, a la espera de ser trasladado a una unidad penitenciaria dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense.

Un caso que abre reflexiones profundas

La condena contra Diego García vuelve a poner sobre la mesa la responsabilidad social del deporte y la necesidad de fortalecer los protocolos de prevención y acompañamiento en casos de violencia sexual dentro de clubes y estructuras profesionales.

Expertos en género señalan que este tipo de fallos contribuyen a derribar la idea de que figuras del deporte están por encima de la justicia y alientan a más víctimas a denunciar.

El caso seguirá generando análisis, tanto en el ámbito jurídico como en el deportivo, mientras la sociedad observa con atención los pasos que darán las instituciones involucradas.