BM dice carreteras de RD son un peligro para transeúntes; sugiere gastar mejor e invertir más
Las rutas de la República Dominicana son las arterias por las cuales circula el desarrollo del país. Personas, bienes, infinitas ideas e ilusiones se trasladan todos los días por una red terrestre que se extiende principalmente de sureste a noroeste, uniendo a Santo Domingo con puertos y aeropuertos, y conectando a los centros económicos y turísticos del país, según el Banco Mundial (BM).
Sin embargo, el estado actual de las carreteras en la República Dominicana representa un riesgo para todos los que las transitan. La tasa de mortalidad en siniestros viales alcanza las 35 muertes por cada 100 mil habitantes, superando más del doble del promedio regional y situándose como una de las más altas a nivel mundial. Los motociclistas y los peatones son las principales víctimas de estos accidentes.
Sostuvo que una de las principales causas detrás de las alarmantes estadísticas es la falta de un mantenimiento adecuado. Baches, grietas, deficiente señalización e iluminación inadecuada son tan solo algunos de los obstáculos que se presentan debido a un enfoque en el mantenimiento dedicado a solucionar problemas más que a prevenirlos.
De hecho, el 78% de la infraestructura de los tres principales corredores es considerada insegura según el Programa Internacional de Evaluación de Carreteras (iRAP por sus siglas en inglés). A esto se le suma la condición y composición de los vehículos, de los cuales un 43% tiene más de 20 años, y caminos vulnerables a daños e interrupciones provocados por eventos climáticos, cuya frecuencia e intensidad ha aumentado en las últimas décadas.
En una nota de prensa, indicaron que «tras una reciente evaluación del sector de infraestructura – el informe InfraSAP – analizamos cómo mejorar la infraestructura vial de la República Dominicana y convertir su red de carreteras en un sistema confiable y seguro».
Gastar mejor e invertir más
Según la nota informativa, pese a su sólido crecimiento, en los últimos 10 años la inversión pública en infraestructura en la República Dominicana ha bajado del 1,5% al 0,7% del PIB. Teniendo en cuenta que la economía dominicana está basada en servicios y turismo, y está altamente expuesta al cambio climático, se estima que se necesita un 3,12% para avanzar hacia un esquema de desarrollo sostenible. La clave, en consecuencia, está en gastar mejor e invertir más.
Gastar mejor: «Se trata de mejorar el mantenimiento y la resiliencia de la red vial mediante la adopción de modelos de gestión basados en el desempeño con un enfoque a mediano y largo plazo. Nos referimos a una gestión eficiente, que tenga en cuenta no solo factores financieros sino también factores técnicos, institucionales y legales que afectan a la ejecución y el mantenimiento de las obras, y a la prestación de los servicios».
A diferencia de la contratación tradicional en base a insumos, el informe recomienda apostar por los contratos de Rehabilitación, Explotación y Mantenimiento (contratos CREMA) que implican integrar desde el inicio en un mismo contrato el diseño, la rehabilitación, y el mantenimiento durante cinco a diez años (mientras el pavimento cumple su ciclo normal de desgaste) y con pagos ligados al desempeño.